Me carcome este amor que no me sirve de nada.
Tú no sabes querer. Tu amor es como un espejismo; por fuera es tan brillante, pulcro, tan llamativo, que te invita a ser feliz. Pero, cuando te acercas y te adentras un poco más, te das cuenta que solo fue una ilusión barata...una falsa promesa de felicidad de un amor que vive en la sombra.
Tu amor es enfermizo, dañino, se te cala por los huesos y te roba la tranquilidad, te traspasa el espíritu y te vuelve nada.
Loco, tóxico, retorcido, irreal, desquiciado, inconstante….todo esto lo acepté, porque pensé que me amabas. Y es qué, ¿acaso no es eso el amor?, aceptar lo que el otro es, sin intentar cambiarlo.
Pero todo cambió.
El saber que solo fui una flor de paso en tu jardín, una más en tu lista, un adorno de exhibición para los viernes de copa, una acompañante cualquiera para los sábados de cine...Me revienta la vida.
Fue tan fácil amarte, entregarte el poco amor que me quedaba. Y ahora que no está, como duele y que difícil resulta olvidarte.
Te quedaste con mi corazón, con mis ganas de amar y ser feliz….te lo di todo sin reserva. Y tú, ¡criatura miserable! Sólo me has dejado; largas noches de insomnio, recuerdos y sueños rotos, un alma que sangra y quiere vomitar con tan solo pensarte y los pedazos de un triste corazón
¿Ya estás feliz?, ¡bastardo!
-Señorita Occidental
Tú no sabes querer. Tu amor es como un espejismo; por fuera es tan brillante, pulcro, tan llamativo, que te invita a ser feliz. Pero, cuando te acercas y te adentras un poco más, te das cuenta que solo fue una ilusión barata...una falsa promesa de felicidad de un amor que vive en la sombra.
Tu amor es enfermizo, dañino, se te cala por los huesos y te roba la tranquilidad, te traspasa el espíritu y te vuelve nada.
Loco, tóxico, retorcido, irreal, desquiciado, inconstante….todo esto lo acepté, porque pensé que me amabas. Y es qué, ¿acaso no es eso el amor?, aceptar lo que el otro es, sin intentar cambiarlo.
Pero todo cambió.
El saber que solo fui una flor de paso en tu jardín, una más en tu lista, un adorno de exhibición para los viernes de copa, una acompañante cualquiera para los sábados de cine...Me revienta la vida.
Fue tan fácil amarte, entregarte el poco amor que me quedaba. Y ahora que no está, como duele y que difícil resulta olvidarte.
Te quedaste con mi corazón, con mis ganas de amar y ser feliz….te lo di todo sin reserva. Y tú, ¡criatura miserable! Sólo me has dejado; largas noches de insomnio, recuerdos y sueños rotos, un alma que sangra y quiere vomitar con tan solo pensarte y los pedazos de un triste corazón
¿Ya estás feliz?, ¡bastardo!
-Señorita Occidental
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