"Si usted es mujer, seduzca a un hombre que valga la pena, que le
fecunde las ideas, no las entrañas. Atrápelo con palabras, con miradas,
con esencia. No se limite a ofrecerle sexo, ofrézcale vida. Cuando lo
tenga a entera disposición suya no se guarde nada, destrócele la espalda
con sus uñas, arránquele el vientre a mordiscos, hágale saber que si
pudiera, lo exprimiría hasta que sólo quedara un perfume hecho de él,
hasta cuando él se vuelva un aroma que perdure irracionalmente en su
memoria. Luego, tiéndase sobre su pecho mientras él duerme y sienta sus
estruendosos latidos, su calor, mírele el rostro despejado y reténgalo
para siempre. Disfrute del silencio y olvídese de este mundo."
-Desconozco su autor
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